Aquellos dos mundos
nuestros...distantes
se cruzaron en el aire
y un cupido complice
en cruel travesura
se atrevió a desafiar
dos destinos distintos
y nos unió sin consultar,
fué la palabra sincera
una sonrisa coqueta
aquel brillo en tu mirar
lo que sin tanto pensar
nos puso a los dos en vilo
hoy ambos tenemos el alma
pendiente de un fino hilo
en espera de aquel
momento crucial
en que tu historia y la mía
se puedan compaginar.