Acaricia el alba
tu silueta dormida
y desnudo ante mis ojos
te contemplo hambrienta
como si fuese poco
la batalla nocturna
de nuestros cuerpos
en celo...
lo de anoche fue locura
plenitud de besos
lenguas como espadas
iniciando la guerra
calentando las armas
caricias por doquier
en todos los rincones
cabalgamos prisas
nos comimos las ansias
te llené de sensaciones
me vaciaste de soledades
y esta mañana despierta
observandote dormido
me digo a mi misma
¡ quieta !
pero mis manos traviesas
despiertan al enemigo...
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